En los últimos años he logrado escuchar tanto por experiencia propia como en conversaciones casuales con otras personas, la utilización frecuente y ligera de ciertos términos para explicar ciertos comportamientos sociales de las personas especialmente en contextos amorosos.  

Específicamente hablaré de la categoría de "intenso o intensa". Por lo general cuando se conversa de amores o del proceso en el que se conoce a alguien suele saltar la palabra intensidad, para referirse justamente a como una persona manifiesta de manera exacerbada sus emociones (aplicado también últimamente no solo para el amor sino también para el trabajo entre otros contextos).

Pero, de dónde viene la palabra intensidad? Se utiliza principalmente en las ciencias físicas para explicar la potencia transferida de un elemento por un determinado período de tiempo.

En ese sentido, las personas sentirán cierta potencia energética transferida al vincularse con alguien, que de esa manera lo categorizan como "intenso o intensa".

Pero para poder entrar en contexto, creo que debemos entender la forma en cómo se definiría el amor en los tiempos del tinder.

Para Zygmunt Bauman, vivimos en una época en el que el amor puede ser considerado como liquido, por su fugacidad, falta de compromiso. Condicionado incluso a las redes sociales, conexión-desconexión, fácilmente todo el mundo ahora refiere primeramente al terminar con alguien que "ya está bloqueado o bloqueada".

Por otro lado aplicaciones como tinder, Badoo, son indicadores de que estamos locos por vincularnos con otras personas, tal cual afirmaría Bauman, pero que sin embargo esta locura de vinculación es múltiple y no única, así como efímera.

Conocemos a una persona, pero también a varias, y el sentido de vincularnos con una sola es insuficiente en la mentalidad de una persona, acostumbraba a la caducidad y a un consumo permanente.

La categoría de "intenso o intensa" entonces es utilizada para clasificar a las personas que expresan emociones en un contexto de rapidez y liquidez de las relaciones sociales .

La categoría de "intenso o intensa", puede ser explicada también, como una forma de paralizar o neutralizar al otro, es el semáforo en amarillo que avisa que la energía (emociones) está siendo desproporcional, es una manera de mantener también la independencia en un contexto de vinculación, pero también es la justificación para desvincularse o desconectarse. Las frases "me aleje por qué era muy intenso o intensa" suelen estar a la orden del día.

Pero, son los intensos o intensas violadores de los límites de la individualidad de las otras personas?

Pues hay quienes si, y otros que no, como en toda posición de relaciones sociales existen extremos opuestos, los intensos o intensas que podríamos llamar tóxicos, que se obsesionan al punto de la violencia, y por otro lado los románticos los que suelen idealizar y buscan algo más estable, exclusivo y permanente, aunque también en este grupo se encuentran aquellos que simulan su intensidad para ser reconocidos como tal, a modo de homo sentimentalis como lo explicaría Milan Kundera en "La Inmortalidad".

La intensidad entonces se elige como categoría clasificadora de algunas personas que, ya sea, simulan sus emociones o las expresen de diferente manera, pero que no tiene una correlación con el contexto de relaciones sociales actual.

Aunque siempre habrá un roto para un descosido, la categorización de intenso o intensa neutraliza tanto a quien se le categoriza como al categorizador, a este último lo reafirma dentro del grupo que no contempla una vinculación con el otro de manera permanente sino efímera, líquida.

Por otro lado, la intensidad suele ser abordaje excesivo de energía, entonces indica también que puede existir un tipo de violencia.

Sin embargo el intenso o la intensa puede ser también el romántico y apasionado de hoy, quién lo puede entregar todo en los diferentes contextos, pero que de-sintoniza con sus pares opuestos, que son mayoría, por lo que también suele haber un profundo rechazo hacia ellos o ellas.

El intenso o intensa que expresan su emocionalidad o algún tipo de romanticismo, puede entenderse también como el rezago de otra generación, pero también como la resistencia a las formas modernas de vinculación, es el enfrentamiento entre dioses del pasado y paradigmas del presente, entre Afrodita y La Red de Internet.