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Breve relato de una habitación

Basado en la historia de un "Pulpín" 

Publicado: 2018-09-30


La mala mujer durmió, sin saber que en aquella habitación, sí, esa habitación húmeda frente al mar de aquel edificio viejo, fue un lugar clandestino de encuentros pasionales y anónimos. 

Aquellas paredes frías, aún tienen impregnado el olor de aquellas fevas griegas que reproducían y procreaban ficticiamente los más grandes placeres para un hombre...aunque no las conocía y su olor provenía de muchos otros amantes, sobre ellas se encumbraban mis placeres más instintivos, mis placeres adolescentes, tiernos, pubers. 

Aquel lecho  impregnado de mi piel cobriza, del sudor y fluídos de aquellas amantes, entona gritos actualmente en las nuevas propietarias de dicho recinto que disfruté.

Nadie cuenta de la significancia de un lugar, para Marc Auge un lugar es aquel con significado y tienen una historia. Aquella habitación, en aquella casa llena de alcohol, drogas y tabaco, fue mi lugar de iniciación para una vida tan desquiciada, de mi onanismo y de mi procrastinada vida, influenciada por aquella pareja oriental y huancaína, de aquellos frikis, amigos gays, extranjeros, raros, de besos por doquier sin importar quien.

Aquella habitación ahora extranjera, se ve tan distante y tan silenciosa, lejana de aquellos tiempos corruptos de mi mente. Quizá tan solo soy parte de la historia de aquella habitación, quizá sea la secuencia, un punto en la línea de acontecimientos de aquella casa, un evento sin importancia en el lapso de tiempo en el que otros y otras se apoderaron de ella, pensándola, sintiéndola y gozándola.

Fui solo la mano que se masturbó, mientras otras ya lo hacían antes, percibí tal vez las mismas emociones, los olores, los gritos impregnados en los muros y techos, los alientos en la ventana, me senté en los mismos lugares y follé en las mismas posiciones. Eso no lo sabré, la dimensión de aquellos hechos solo confluyen en una dimensión ahora desconocida, donde todos fusionados follamos, nos masturbamos, comemos, lloramos, dormimos, nos levantamos y nos largamos.


Escrito por

Erick Aldy

Sociólogo, MG. Antropología Social


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