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Mi hermana antroposófica: la importancia del estudio de las redes antroposóficas en el Perú

Publicado: 2016-06-07


Hace ya casi un año y medio mi hermana alumbró a una hermosa niña de nombre Isabela. El evento muy aparte de considerarlo personalmente uno de los más bellos y felices en mi vida ya que era mi primera sobrina mujer, tuvo otro tipo de matices y características que hicieron de ello un evento particular, por lo menos desde mi perspectiva. Acostumbrado a lo médicamente tradicional, es decir al alumbramiento a través de un parto supervisado de médicos y obstetrices especializadas, científicamente formadas, juramentadas y colegiadas, la idea de dar a luz fuera de una institución clínica no sería más que una idea de algunos locos supersticiosos que ponen en riesgo la seguridad de la madre y el bebé. Efectivamente el discurso científico médico, su regulación a través del Estado y su legitimidad en el grueso de la población se ha instaurado como una práctica tradicional y común en la modernidad en la que hemos nacido. En ese sentido las salas de parto de diversos hospitales y clínicas ofertan diversas maneras de poder llevar a cabo esta práctica. Si bien las forma de brindar el servicio difieren entre hospitales públicos y privados, primeramente por la cuestión de trato en el servicio y por las comodidades a las que accede la paciente, estos siguen brindando dos ofertas específicas formales, el parto natural o parto por cesárea. El segundo incluso pasó de ser considerada una práctica solo utilizada en momentos de complicaciones a una decisión dependiente de la madre. No analizaremos en este pequeño escrito las consecuencias psicológicas, pero sí, de qué manera emergen nuevas formas alternativas de concebir el parto, aquellas relacionadas a lo antroposófico, en el que algunos padres y madres de sectores medios buscan la conexión inicial durante el parto con sus hijos o hijas, así como de nuevos sentidos espirituales, promoviendo una práctica más natural sin intervenciones quirúrgicas.

A primera vista desconocía los detalles de la perspectiva de vida de mi hermana, sin embargo su recorrido por el arte y el circo habían hecho cambiar la perspectiva de su vida en relación a lo corporal y lo espiritual, su alimentación vegetariana y creo un tiempo vegana, junto con sus frecuentes prácticas de yoga me parecía un tanto extraña y exótica para mí, un devorador y carnívoro ciudadano visceral, malhumorado, con ciertos matices de científico social, que por momentos a veces o no lograba entender o creer cómo se estaba instaurando nuevas formas de socializarse, alimentarse, y equilibrarse emocionalmente a través del yoga. Para mi práctica sociológica representaba talvez ciertas modas momentáneas, mis preocupaciones radicaban en cuestiones prácticas, el reconocimiento de problemas concretos, una crítica constante a veces teñida de cierto neo marxismo y estructuralismo francés, además de considerar de suma importancia (y no quiere decir que no siga creyéndolo) y hasta quizá dogmática creencia que la ejecución de proyectos como sociología aplicada, era uno de los caminos más coherentes al desarrollo de ciertos segmentos en el país. Sin embargo mis consideraciones un tanto cuadriculadas, cerradas (porque a veces los sociólogos creemos tener la verdad de todo) se vieron seriamente deconstruidas al empezar a visualizar desde la antropología fenómenos que para la sociología se habían tornado marginales, casi inexistentes, pero que tuvieron su importancia en los albores de la sociología, tales los estudios como las Formas Elementales de la vida Religiosa de Durkheim por ejemplo, o los estudios sobre la religión de Max Weber.

En ese sentido los estudios de la religiosidad o la espiritualidad en el Perú son seriamente escasos por no decir nulos. Mi curiosidad y aproximación a las nuevas emergencias espirituales nacieron entonces en mi incursión en el campo de la antropología, durante mi estancia de maestría en Bueno Aires en la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales. Los estudiosos de las espiritualidades y las religiosidades como Pablo Wright, Cesar Ceriani, Alejandro Frigerio, Nicolas Viotti, Gustavo Ludueña, por mencionar solo los que conozco personalmente por haber llevado cátedra con ellos y en la mayoría de casos haber establecido una amistad. Me llevó a desarrollar una curiosidad y reflexión de como en la actualidad moderna, no existe necesariamente un proceso de racionalización o como dirían los teóricos de la modernidad (y algunos sociólogos Euro-Lima-céntricos): un proceso de secularización inminente, sino más bien se van gestando nuevas emergencias religiosas y espirituales eclécticas y heteróclitas, que cada vez van adquiriendo más adeptos en Latinoamérica.

José Casanova nos refiere que debe haber en el análisis en las ciencias sociales una reconsideración de la secularización, para reconducir el debate que da por sentado que la secularización es un proceso universal del desarrollo humano. En ese sentido, lo antroposófico, se emerge en la particularidad contraria al paradigma de secularización. La emergencia de nuevas identidades espirituales y eclécticas, donde se mezcla lo teosófico, lo ecosófico y conocimientos ancestrales neo hinduistas entre otros da por sentado que en la práctica, la secularización es un sesgo de los análisis eurocéntricos. Específicamente, como plantea Casanova, la secularización entendida como el declive progresivo de las creencias y prácticas religiosas termina siendo un mito solo europeo, refiriendo que incluso autores norteamericanos tienden a descartar porque ninguno de los indicadores habituales de la secularización, manifieste un declive a largo plazo en este país (Casanova: 2007,2). En ese sentido el Perú y su variedad religiosa y espiritual nos daría también un claro ejemplo que van surgiendo nuevas formas sociales creativas de recuperación del efecto mágico en algunas (shamaneria, religiosidades pentecostales) y la recuperación del sentido del equilibrio cósmico, universal y con la naturaleza (lo antroposófico, teosófico, ecosófico). Así mismo, este autor hace hincapié en las implicancias de la modernidad y la globalización como contextos importantes para el emergencia, desarrollo y reconfiguraciones de nuevas religiosidades, y, propone la categoría de “modernidades múltiples” que en su definición rechazan tanto la noción de una ruptura radical moderna con las tradiciones, como la noción de una continuidad moderna esencial con la tradición” (Casanova: 2007, 8). En ese sentido las tradiciones religiosas y espirituales en la era global, tienen un carácter dinámico y se encuentran en una constante circulación y cambio, generándose “combinaciones heteróclitas de tiempos, espacios y modos de organización en donde hay influencia directa o indirecta de uno o varios de los turnos culturales” (Wright: 2013, 4).

Eso implica que las religiosidades y espiritualidades emergentes en esta época toman elementos de diversas tradiciones o pasan por un proceso de aggiornamento para poder “responder y ajustarse a las condiciones modernas” donde se compiten con otras formas de religiosidad (Casanova: 2007, 12). Son estos ajustes a sus tradiciones religiosas que generan nuevas narrativas como propone Pablo Wright, o formas particulares de modernidad, además de erigirse como procesos de contestación frente a lo que la modernidad ha generado en el ser humano, crisis de sentido, deshumanidad, egoísmo, frustración, enfermedades relacionadas al trabajo, mala alimentación entre otras cuestiones.

En ese sentido, y retomando el ejemplo de mi hermana, en el Perú lo antroposófico al igual que en otros países de Latinoamérica, se ha venido constituyendo lo que Pablo Wright define como una red antroposófica, entendiéndola como un espacio de intercambio de bienes simbólicos entre aquellos interesados, además de desarrollarse una perspectiva donde prima la recuperación de la conexión ser humano – naturaleza. En ese sentido y siguiendo las descripciones de Wright, en el caso peruano encontramos diversas casas de parto alineadas a los conocimientos antroposóficos de Rudolf Steiner, así mismo lo antroposófico también ha sido incorporado en la medicina tenemos el “Colegio Médico Antroposófico del Perú”, en el caso de parto como el de mi hermana por ejemplo encontramos a “Casa Pakari”, en el tema educativo tenemos al emblemático “Colegio Waldorf” donde se aplica la metodología del mismo nombre. Al mismo tiempo encontramos instituciones donde se brinda educación y conocimientos de medicina y alimentación antroposófica como “La Nueva Acrópolis” o el “Centro Humano para el Desarrollo: Refleja”, entre otros. En ese sentido, estamos frente a una red antroposófica en la actualidad en la que propone la recuperación de la conexión perdida entre el ser humano, la energía, lo espiritual y la naturaleza. Lo importante es considerar como estas nuevas alternativas van tomando legitimidad en ciertos sectores, pero también son fuertemente estigmatizadas especialmente por un imaginario fuertemente médico que condena las prácticas alternativas y que siguen sustentando ciertas hegemonías médicas a veces incluso incorporadas en la ejecución de políticas públicas. Creo importante en ese sentido que estas nuevas prácticas o espiritualidades, la búsqueda de sentido del ser humano actual y su recuperación de la conexión con lo cósmico, lo espiritual y la naturaleza, son aristas que deben de ser tomadas en consideración no solo por la instituciones médicas, educativas, sino también por las ciencias sociales, lo que invita a investigarlas y visualizarlas, de esa manera levantar los prejuicios asociadas a ellas, fomentando un clima de diversidad religiosa y espiritualidad, que no es más que el importante derecho del ser humano a creer y reconfigurar su creencia en tiempos modernos y abrumadores como los actuales.

Bibliografía

- José Casanova, José (2007). Reconsiderar la Secularización: Una perspectiva comparada mundial. Revista Académica de Relaciones Internacionales 7: 1-20.

- Maluf, Sonia Weidner (2003). Os filos de aquário no país dos terreiros: novas vivencias espirituais no sul do Brasil. Ciencias Sociales y Religión/Ciências Sociais e Religião, Porto Alegre, ano 5, n. 5, p.153-171.

- Ortiz, Renato. 2005. Religión y globalización. En: Ortiz, R. Mundialización, saberes y creencias. Barcelona: gedisa. Pp. 97-122.

- Riera, Verónica, Carolina Saccol, y Pablo Wright. En Prensa. Cosmologías practicadas: un acercamiento etnográfico a la antroposofía. En: Periferias sagradas en la modernidad argentina, Pablo Wright (Comp.). Buenos Aires: Biblos-Culturalia.

- Viotti, Nicolás (2011). La literatura sobre las nuevas religiosidades en las clases medias urbanas. Una mirada desde Argentina. Río de Janeiro: Revista Cultura y Religión, Vol. V, N°1.

- Wright, Pablo (2013). Narrativas de la modernidad religiosa contemporánea: las nuevas tradiciones de lo antiguo. Revista Brasileira de História das Religiões, V6, n.15, janeiro: 3-17


Escrito por

Erick Aldy

Sociólogo, MG. Antropología Social


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